lunes, 4 de julio de 2016

[Sphere] Iirina y Thaerion

Tripulantes del mismo navío de la Alianza en el cual viajaban a la zona norte de Pandaria como tropa de choque para evitar que la Horda tomase la nueva y desconocida tierra antes que la Alianza. Una vez allí, en la zona norte del continente, pudieron observar todos los tripulantes como una enorme nave de la Horda aparecía sobre sus cabezas. Se trataba del “Puño de Grito Infernal” que habían mandado desde Orgrimmar para tomar la nueva tierra.
- ¡A los cañones, a las armas, a la guerra! -. Gritó el capitán del navío.
La batalla fue breve e intensa, las fuerzas de la Horda sobre el “Puño de Grito Infernal” no podían ser combatidas con un par de navíos con tan solo cañones de artillería.
Una vez terminó todo, Thaerion se vio sólo en la inmensidad, rodeado de restos de los navíos y contemplando las llamas de los restos de uno que quedaba. Lanzó una rápida mirada a su alrededor y apreció que había una draenei apoyada sobre una tabla completamente inconsciente, era la médico de abordo. No había nadie más que ella a su alrededor, consideró que los demás estaban muertos y su cuerpo moviéndose por instinto le hizo nadar hacia ella antes de que se resbalase y se hundiese en las profundidades de las costas del Bosque de jade.

Nadó con todas sus fuerzas hacia la costa pero resultaba imposible alcanzarla por las fuertes mareas que la azotaban, terminó dejándose ir hasta que tras un par de horas consiguió ver una playa. En ese momento utilizó todas las fuerzas que le quedaban y consiguió alcanzar la arena junto a la draenei inconsciente. Nada más conseguir alejarse un poco de las aguas notó cuan agotado estaba, comenzó a borrársele la vista así como a marearse... Antes de caer vio unos pies que avanzaban hasta su cuerpo agotado, alzó la vista una vez se pusieron a su altura y sin llegar a ver el rostro de quien se le acercó le dijo:
-Sálvala...-. Dicho eso el elfo se desplomó en el suelo completamente sin fuerzas.

Pasaron los días y Thaerion terminó despertando. Al despejarse pudo ver a su lado a la draenei rescatada, de la cual no conocía su nombre, estaba consciente y sonriente.
- ¿Te encuentrras bien? -. Preguntó la draenei.
-Sí, ahora sí... -. El elfo miró a su alrededor -. ¿Dónde estamos? -. Dijo confundido.
-Estamos en una aldea de pandarren, parrece serr que nos han salvado... Esta casa es de quien nos encontrró, dijo que tú me arrastrraste hasta la costa, que pudo verrlo con sus prropios ojos. Grracias, me llamo Iirina, forrmamos parrte del mismo navío perro no llegué a saberr tu nombrre -. Dijo la draenei alegre de que el elfo estuviese bien y sobreviviese su compañero de abordo.
-Sí, bueno. Yo me llamo Thaerion Hielonocturno -. Mencionó mientras miraba a su alrededor -. Así que pandaren... ¿Qué es eso?
-Son como hombrres oso panda, grrandes, gorrditos y fuerrtes, nos han dado cobijo y parrecen desinterresados y buena gente-. Comentó la draenei
-Habrá que ir a presentarse entonces, y agradecer que nos ayudasen -. Dijo el elfo aun dolorido por el sobresfuerzo físico que ejecutó días atrás.
-Está bien, deberrias poderr moverrte ya, perro mejorr le dirré que vengan, curriosamente conocen nuestrro idioma -. Tras decir eso la Iirina se marchó.

Thaerion se tiró sobre la cama en la que lo habían dejado para recuperarse pensando en lo sucedido y se llevó la mano a la cabeza pensando cómo es que pudieron sobrevivir a tal ataque. Al rato volvieron la draenei con el pandaren que los rescató y hablaron largo y tendido sobre lo sucedido y aprendieron acerca de la cultura pandaren con el e incluso el pandaren aprendió sobre la cultura de ambos, así como Iirina de la de los elfos y Thaerion sobre de los draenei. Les pareció un tema fascinante a los tres. Descubrieron que estaban en Pandaria y más concretamente en un pueblo costero en la zona de Kun-lai, en la que había tres grandes templos de artes marciales pandaren en la que adiestraban a los alumnos en el camino del chi y la serenidad. El monasterio del Shado-Pan, el templo del Tigre Blanco y el Pico de la Serenidad en la cima de las montañas.

Los días pasaron, tanto el elfo como la draenei aprendieron acerca de la cultura pandaren y decidieron ayudarles mientras se recuperaban de sus heridas, cultivaban, cazaban y entrenaban cuando podían para no perder físico, ante todo eran soldados. Hasta que llegó un día... Oscuro y de tormenta, de la nada salieron, trols, zandalari, drakkari, farrakki, gurubashi y amani, unidos bajo el estandarte zandalari y atacaron sin ningún miramiento la aldea. La lucha duró días, y el buen padaren que los rescató fue herido de gravedad durante la batalla Iirina descuidó su guardia por ir a ayudarle y un amani armado con un mandoble se lanzó por la espalda hacia la draenei. Thaerion se puso en medio bloqueando el ataque del trol, no con gran éxito por el dolor de sus heridas y recibió un corte muy profundo en el ojo derecho, acto seguido mató al trol y se resintió por el dolor. En ese momento llegaron tropas del shadopan para proteger la Aldea Zouchi, derrotaron a los zandalari y los alejaron de sus costas.

Mientras el elfo era tratado por la draenei, el pandaren les dijo lo fuertes que eran y que las habilidades que poseían eran extraordinarias.
-Podríais ir a visitar alguno de los templos, actualmente según dijeron los guerreros del shadopan el Pico de la Serenidad acepta los miembros de otras razas para enseñarles el camino de la serenidad y la armonía. Allí podréis ver nuestra cultura con otros ojos... Y aprender a luchar... -. Dijo el pandaren dolorido y perdiendo sus fuerzas -. Me temo que mi hora ha llegado, si decidís ir, subid hasta las montañas en cima Kun-lai, en los picos de las mismas lo veréis, el Pico de la Serenidad, id... No será un viaje en vano -. Dijo el pandaren justo antes de morir.
Ambos por mutuo acuerdo decidieron ir al Pico de la Serenidad ya que era algo así como la última voluntad de su salvador, allí aprendieron a utilizar el chi y a dominar su miedo, ira y odio. Una vez completaron su adiestramiento decidieron hacer aquello que les había interesado, buscar información y conocimiento de las distintas poblaciones del mundo, así como sus reliquias y tesoros , todo con afán de conocimiento y en memoria a su salvador, se desligaron de la Alianza (que los dio por muertos) y siguieron su camino.



Escrito por: Akuo