miércoles, 29 de abril de 2015

La Orden 2.0 - La decisión


La habitación de Brandon McAllan era una de las más grandes de todas las que se hallaban en aquella parte del castillo donde solían alojarse tanto el servicio como los invitados. En un principio la estancia estaba pensada para ser compartida entre dos personas, ya que contaba con ese mismo número de camas y armarios, además de ser de las pocas habitaciones que contaban con una amplia mesa y algunas sillas alrededor. Aún así, Brandon había ordenado a Cedric que compartiera estancia con Ricko y el nuevo recluta, para tener así la libertad de dar rienda suelta a sus escarceos amorosos con su amada. Tanto Alice y Brandon como Zephiel, Lorraine y Kathaisa esperaban en aquel lugar a que el resto de miembros llegara. Tras lo ocurrido el día anterior, la Orden debía poner algunos asuntos sobre la mesa y hacer balance de las opciones que podrían tener lugar.

Zephiel se sentó en la cama más pequeña apartando las numerosas prendas de vestir que el mercenario había dejado sobre la misma. Al poco tiempo Thomas entró por la puerta, sentándose junto al guerrero. Zephiel no podía evitar sentir predilección por aquel crío. Con tan solo doce años se había convertido en el miembro más joven de la Orden, uniéndose expresamente a petición de su madre, que años atrás había aportado una gran ayuda a la organización en sí. Durante los pocos años que Thomas había formado parte del grupo, Zephiel había tenido que ejercer como padre del pequeño en numerosas ocasiones. Si bien las primeras tareas a realizar de Thomas se basaban más en ejercer como escriba que actuar como un miembro más, el joven había visto en todo ese tiempo bastante cosas que habían podido causar algún derrumbamiento emocional o simplemente llegar a verse afectado de alguna manera. Zephiel sabía cuan débil era, cosa que por otro lado teniendo en cuenta su edad, era algo de lo más normal, pero quizás por eso le sobreprotegía en demasía. Atrás había visto caer compañeros suyos, gente que sabía luchar y defenderse, personas que sabían a lo que se arriesgaban. Sin embargo con el tiempo todo había cambiado, no solo en la Orden, sino también dentro de sí mismo, llegando a dudar de si podría soportar alguna pérdida más dentro de sus compañeros.

Cireni interrumpió los pensamientos del guerrero cuando se adentró en la sala, completando a excepción del nuevo recluta, el resto del grupo. Zephiel levantó la vista hacia la draenei percatándose de su presencia y acto seguido se vio obligado a bajar la mirada evitando encontrarse de nuevo con ella. A veces habían cosas peores que la muerte de un compañero. Las marcas de quemadura de un tono azul oscuro que habían flagelado la piel de parte del cuerpo de la chamán, lograba recordarle que todos los líderes habían llegado a cometer grandes errores, y él no escapaba de aquel castigo.

-Supongo que todos sabéis a estas alturas lo que han propuesto.-dijo Alice a los reunidos refiriéndose al asunto de la disolución del grupo.- Aunque Cireni y Lorraine no estuvieron hasta el final de la reunión, tengo entendido que ya se os comentó lo ocurrido.
Ambas asintieron en forma de respuesta.
-Pero... ¿Es eso posible? ¿Pueden hacer eso?-preguntó Thomas inocentemente.
-Si que pueden.-respondió el guerrero.-De hecho ya ocurrió en una ocasión anterior.
-¿Y qué pasará si lo logran?
-Pues que o bien nos veremos obligados a elegir entre otro de los grupos, o dejaremos de pertenecer a la gran Orden.-respondió Alice al joven
-He hablado con Alice de todo esto.-dijo Brandon.- Sabéis que podéis contar con mi voto, pero aún así, no deja de ser tan solo uno de tres.
-Yo he logrado hablar con el caminante.-insinuó Kathaisa atrayendo las miradas del grupo.- Sus razones son férreas, y aunque intenté sembrar la duda dentro de si mismo, no sé si bastará como para que cambie de parecer. También descubrí que la mayoría de su grupo no comparten su misma opinión, pero no creo que sea suficiente como para detenerle.
-Siendo él quien ha propuesto el castigo, dudo que se eche atrás.-respondió Alice.
-Todo dependerá de los Doe entonces.-añadió Brandon.- Su voto será el decisivo.
-Nunca hemos tenido enemistad con los Doe.-dijo la draenei.- Quizás la benevolencia se adueñe de sus actos.
-No os creéis falsas expectativas.-dijo Zephiel.-Actualmente la Orden, nuestro grupo, no produce beneficios. Desde hace muchos años es mantenida a partes iguales por la casa Doe y la casa Leproux. Lo que quiere decir, que les ocasionamos gastos que intentarán... solventar de cualquier forma.
-Si a eso añadimos que es posible que conozcan lo sucedido con Lord Levi... puede que supongan que si la casa Leproux cae, sean ellos los que tengan que mantener vuestros gastos en su totalidad.-dijo Brandon.
-Pero... eso no tiene por qué ser así.-respondió Lorraine.- Yo soy Leproux, yo puedo seguir administrando los bienes de mi familia. La casa Leproux seguirá aportándonos aquello que necesitemos.-dijo totalmente convencida de sus palabras.
-Eso no es del todo cierto.-habló el joven huargen atrayendo las miradas del grupo.-Vuestra madre se halla desaparecida, lo que quiere decir que ella es dueña de sus propiedades y riquezas todavía. A ti te pertenecerían en todo caso lo que heredes de tu padre, Lord Levi.
-Pero...
-El chico tiene razón Lorraine, y la mayoría de aquí sabemos que esa fortuna no valdrá para cubrir tanto como cabría esperar.-dijo el guerrero.
-¿Qué ocurriría si se realiza un empate entre los tres grupos?-preguntó la ilusionista a lo que rápidamente respondió Alice.
-Si Brandon y su compañía pide nuestra absolución, el caminante exige la pena máxima, y los Doe se decantaran por no inmiscuirse y optan por la pena mínima, entonces sería el consejo quien tendría la última palabra.
-¿Eso es bueno no?-preguntó Lorraine.- Tanto el cruzado, la anacoreta Iridi como el sabio maestro Nieblaoscura formaron parte de la Orden en el pasado. Deberían por tanto entender nuestra situación.
-Perro ahorra ellos son neutrales. Actuarran más por el bien común que por lo que deseen. Además hay que tenerr en cuenta que el cruzado sufrió mucho al perderr a su esposa, y eso sucedió mientras ella estaba en la Orrden
-Cireni tiene razón...
-Entonces no sabremos nada hasta el mismo momento, por mucho que debatamos.
-No solo os he llamado para eso.-respondió Alice al comentario de la joven Leproux.-En el caso de que disuelvan la Orden, quiero que toméis partido por algunos de los grupos que queden disponibles.
-¿Pero cómo vamos a hacer algo así?-preguntó la joven
-Muchos aún sois jóvenes, tenéis mucho tiempo por delante como para aprender a adaptaros a alguno de los bandos.
-¡Me niego!-exclamó Thomas-¡¿Cómo voy a confiar en gente que ha decidido separarnos?!
-No os queda más opción, no habrá más oportunidades. Es eso o intentar hacer una vida normal.-respondió la guardiana.
-¿No podemos fugarnos? Desaparecer de todo...
-No es tan fácil Lorraine.-respondió Zephiel.-Tarde o temprano nos encontrarían, y más sabiendo que tendríamos los talismanes.
-¿Insinuáis que deberíamos darnos por vencido?
-Insinuamos que deberíais hacer lo mejor para vosotros, nada más.-respondió la bruja a la joven.
-Pero no es justo...
-La vida no es justa joven, aprederrás con el tiempo que el mejor camino es el que menos dolorr y sufrimiento pueda causarrrte a ti y a los tuyos.
-Si Caleb estuviera aquí nos diría que tendríamos que luchar por lo que...
-¡Basta Lorraine!-gritó Zephiel.-¡Caleb era un estúpido, o es que acaso no te has dado cuenta por qué ahora estamos en esta situación! ¡Si hubiera mantenido el pico cerrado ahora mismo no estaríamos teniendo esta conversación, es más, incluso él estaría aquí!
El grupo se vio envuelto en un silencio fulminante que fue rápidamente interrumpido por la joven.
-¡¿Si tan estúpido era por qué lo elegisteis como guardián?!
-Mira Lorraine.-dijo el guerrero poniéndose en pie.- ¡Si os hemos elegido a Lionell, a Caleb o a ti como guardianes es únicamente porque el resto tenemos prohibido serlo. Cuando tu ni siquiera habías nacido algunos ya eramos parte de la Orden, no creas que vas a venir a enseñarme nada a estas alturas!
Lorraine se levantó rápidamente y abandonó la habitación no sin antes golpear con el hombro al guerrero que se interponía en su camino. Zephiel miró al joven Thomas y le hizo un gesto para que fuera tras ella, a lo cual el huargen reaccionó rápidamente obedeciendo las indicaciones de éste.
-¿No has sido un poco duro con ella?-preguntó Kathaisa preocupada por la reacción que había sufrido la joven.
-Tenía que hacerlo.-respondió Zephiel.-Si me odia, le será más fácil elegir otro bando tras la reunión de mañana.
-Sabéis que podéis contar con mi barco para salir de aquí si fuera necesario ¿Verdad?-dijo el mercenario.
-Lo sé Brandon.-respondió Alice.- La Orden no se acabará por mucho que mañana se decida que así sea.-confesó.-Los talismanes nos pertenecen y no dejaré que caigan en sus manos, ni que sean destruidos. Pero a partir de entonces las cosas se pondrán muy feas, y ellos-refiriéndose a Thomas y Lorraine.- no deberían tener nada que ver con las decisiones que nosotros tomemos.

Alice miró tanto a Cireni, Kathaisa, Zephiel como Brandon mientras elegía las palabras adecuadas.

-No dejaremos que se salgan con la suya, y si hay que luchar así se hará.



Zephiel recorrió la sala central de aquel ala del castillo, donde el primer día había tenido lugar el encuentro entre los distintos grupos. Abrió cuidadosamente la puerta de cristal que desembocaba en un gran balcón que dejaba ver a esas horas de la noche la sombría zona exterior del caserón. Sintió como la brisa del mar acariciaba su rostro haciendo ondear su larga cabellera mientras apoyaba los codos en la barrera de piedra de aquel lugar. Observó las pequeñas luces a lo lejos que pertenecían al gran barco de los mercenarios, y pronto se percató de como alguien se acercaba, pero ni siquiera se giró para distinguir de quien se trataba. El sonido de los tacones ya la había delatado desde que había decidido aproximarse. Ivy se acercó hasta el guerrero, y en un ágil y rápido movimiento se sentó en la tapia dando la espalda a los jardines.

-¿Qué hace alguien como tu rondando por el castillo a estas horas de la madrugada?-preguntó la asesina.
-No podía dormir.-respondió tras un largo y audible suspiro sin apartar la vista del horizonte.
-Ya somos dos.

Ivy analizó el rostro del guerrero, recorriendo con su mirada las marcadas líneas que definían las facciones de éste. La asesina no podía negar que Zephiel había cambiado mucho desde que se habían conocido, y aunque los años no habían pasado en balde, seguía sin poder evitar sentirse en parte atraída por el robusto guerrero que ahora se encontraba a su lado.

-¿Sigues enfadado?.-preguntó esperando alguna reacción en su rostro.
-Supongo que ya no hay razones para estarlo, ¿No crees?
Ivy sonrió ante la respuesta del guerrero.
-Estoy de acuerdo contigo.-respondió la asesina.-Ha pasado demasiado tiempo, pero aún así todavía recuerdo la de noches que pasamos bebiendo y... bueno, lo que no es bebiendo, hasta ver amanecer.
-De eso hace ya mucho.
-Y tanto, solo hay que verte. Cualquiera diría que te has acomodado.-rió Ivy mientras sacaba una petaca con ron.- ¿Quieres un trago? Por los viejos tiempos...
-Te conozco lo suficiente como para no beber nada de algo que me ofrezcas.-dijo el guerrero girando su rostro hacia la asesina sin poder dejar escapar un intento de carcajada.
-Así que no solo te has vuelto más fuerte y tienes el pelo blanco, sino que también más aburrido.-dijo bebiendo un trago.
-¿Has hablado ya con Brandon?-preguntó Zephiel cambiando de tema.
-No me ha preguntado nada aún, así que no seré yo quien abra el pico.
-Haces bien.
-Espero que tu también mantengas el tuyo callado. ¿Se lo has contado a la bruja,... o a tu querida?
-No se lo he contado a nadie.-susurró.-Si el caminante o alguno de los suyos se entera, estaríamos condenados.
-Zephiel,... nunca entendí una cosa. Si querías ayudar a Lionell... ¿Por qué permitiste que le obligaran a dejar de ser guardián de la Orden?
-No quería ayudarlo.-confesó.- Quería que se largase de aquí.
-¿Por qué?
-Porque estaba lo suficientemente loco como para hacer daño a alguno de los míos. Pensé que con un poco de suerte el caminante lo descubriría y lo juzgaría, o sino que alguien de aquella línea terminaría matándolo.
-Al final resulta que tu plan no terminó como esperabas.
-No fue mi plan, fue de Nizdorni.
-¿Cómo que..., de ella? Pero si vosotros la matasteis...
-Pensé que estaba cuerda cuando me confesó que Lionell acabaría con todos nosotros, que la única forma de librarnos de él sería esa. Yo la creí, y al final resultó que caí en su trampa.
-Pero aún así lograste lo que pretendías, salvar a los tuyos
-Tras lo que ocurrió ayer, ¿Crees que realmente estamos salvados? Los he condenado...
-Al menos estáis vivos.-respondió contundentemente la asesina.
-Supongo que en eso tienes razón.
-Zephiel, ¿Sabías que Lionell no era un mago verdad?
-Sí, lo sabía desde hacía tiempo.
-¿Por qué confiaste en mi para que lo escoltara? Podía haberlo matado en aquel desierto, hubiese sido todo mucho más fácil.
-Nos hubiesen culpado, nosotros decidimos que dejara de ser guardián...
-Entiendo, aunque no has respondido del todo a mi pregunta.
-Confié en ti porque sabía que lo harías.
-¿Cómo podías estar tan seguro de eso?- preguntó Ivy riendo.
-Porque tu nunca me fallarías ¿Verdad?-insinuó Zephiel sonriendo a la asesina mientras se incorporaba apoyándose en un brazo.
-No estés tan seguro guapito...
Zephiel soltó una carcajada ante el comentario de la humana.
-¿Qué tal con... ella?.-preguntó Ivy refiriéndose a Kathaisa.
-No me quejo.
-Siempre te has sentido responsable de aquellos que son vulnerables...
-Quizás por eso lo nuestro no funcionó, tu siempre has sabido cuidarte sola. Te gustaba demostrar que no necesitabas ayuda de nadie.
-Cargar con la gente solo te hace más débil...más endeble.
-¿Realmente crees que soy blando?.-preguntó el guerrero seriamente.
-Creo que tu interior difiere bastante de lo que se ve a simple vista.
-No todos somos asesinos Ivy, algunos tenemos sentimientos. Tu me enseñaste a luchar, pero eso no quiere decir que sea como tú.
-Puede que no asesines a nadie con un cuchillo Zephiel.-dijo mientras bajaba de la tapia y se dirigía hacia la puerta.-Pero las decisiones también matan, no lo olvides.




<<Flashback>>

El gentío parecía expectante, la primera reunión había resultado apoteósica, pero tras los varios días que se habían ofrecido como descanso, la segunda parte estaba pareciendo aún más frenética que su antecesora. El grupo de los Caminantes del tiempo permanecía atentos a cada una de las palabras que estaban teniendo lugar entre la larga disputa que había terminado por culminar entre los grupos. La joven Ireli, que descansaba en una de las butacas de la sala situada entre Azurin y Khaden, temía por la seguridad de su maestro y líder Garrett, que discutía a voz alzada con otro de los líderes. Los Doe no parecían muy distintos, tanto Nathan como Julius y las hermanas Higurashi rezaban porque la reunión no terminara siendo una catástrofe. El grupo animaba a Katherina, que tras la caída del líder de la casa Prim Doe, había tomado las riendas del liderazgo hasta encontrar a alguien que pudiera encargarse de continuar con ese vasto linaje. Isnalar se incorporó en su asiento hastiada de la situación que estaba teniendo lugar mientras sonreía a su madre desde lejos. Cada vez que podía se fijaba tanto en los rostros de sus compañeros, aquellos a los que conocía desde hacía años, como en el del guardián de la Orden Zephiel, que se hallaba junto al resto de líderes en la mesa central. Observó como James y Alice entrelazaban sus manos en el reposabrazos entre ambas butacas, mientras que a su otro lado se encontraban Cireni, Kathaisa y el joven Lionell, que acababa de unirse al grupo el día anterior. En el bando de los mercenarios, Cedric, Ivy y la líder de los corsarios Catherina, permanecían en silencio sin entender en gran parte la mayoría de los hechos de los que estaban debatiendo. Por último, en la parte central del semicírculo que conformaba el palco, se encontraba Chantalle Leproux que se abanicaba acaloradamente con su abanico mientras se indignaba y desprendía comentarios burlescos sobre el resto a los componentes de su grupo formado por el gnomo Tickel Fuegovolcan, y un humano brujo llamado Raymond Bennet.

-¡Espero que todo esto sea una broma de mal gusto!-gritó encolerizado Giordano Levi, el que era líder del quinto grupo, el Santuario Oscuro.
-Hemos sido bastante claros Giordano...-declaró Garrett
-¡Lord Levi para vos!-interrumpió el brujo.
-Lo que Garrett quiere decir.-continuó serenamente el maestro Monlee, representante del consejo en aquella reunión.- Es que vuestros actos han terminado pasándoos factura, tal y como os avisamos tiempo atrás.
-¡Me importa un rábano lo que vosotros penséis! ¡Estáis hablando de disolver mi grupo!
-Sabias a lo que te atenías, Levi... y decidiste no hacer caso.-añadió el caminante.
-No podéis culparnos por nada de lo que ha tenido lugar, los accidentes ocurren.-espetó Giordano.- Aquellos que deciden unirse al Santuario, saben cuales son los riesgos...
-Aún así.-interrumpió Garrett.- No estamos hablado de que hayáis perdido a alguien del grupo, hablamos de asuntos mayores, gracias a vosotros Thilane ha terminado por corromperse, y amenaza con destruirnos a todos. Por si fuera poco, cada día que pasa cuenta con más aliados. Es un riesgo que no estamos dispuestos a asumir.
Lionell se estremeció en su asiento ante las palabras del caminante, sin embargo sintió como de repente Kathaisa que estaba a su lado le entregaba su mano intentando tranquilizarlo.
-¿Y cuántas cosas hemos hecho nosotros por el resto? ¿Cuánto hemos logrado aportar en todos estos años?-dijo el brujo.-¡Nos habéis utilizado para vuestro propio beneficio!¡Nosotros pudimos haber aniquilado a la Orden cuando tuvimos oportunidad años atrás, y mostramos clemencia!...
-¡Mientes!- gritó Marther levantándose de su asiento situado junto al resto de miembros del consejo.- Disculpad la interrupción Maestro Nieblaoscura, pero las palabras de Lord Levi son faltas.
-¡¿Cómo te atreves a llamarme mentiroso?!...
-¡Tanto tú como los tuyos teníais la intención de destruirnos, y lo hubieseis hecho de no ser porque el talismán se destruyó!
-¿Qué demonios tiene que ver eso?-preguntó Lord Levi.
-No nos tomes por idiota Giordano, ¿De qué iba a servirte una Orden sin talismán?
-La Orden tiene un talismán Strang, de haber querido...
-Un talismán que muestra el pasado no es igual de poderoso que uno que muestra el futuro Giordano.
-¡Aun así hemos seguido aportando beneficios al resto de grupos, eso no podéis negarlo!
-Cruzado, tomad asiento.-indicó el pandaren.-Lord Levi, vuestra ayuda ha sido importante en el pasado, pero realmente parece que por el simple hecho de que vuestro grupo esté compuesto en su mayoría por nobles con... ''contactos'', os de el derecho a usar vuestras artes oscuras en segundo plano. En la unión de las Órdenes no contaremos con un aquelarre, ya estabais al tanto de ese hecho...
-¡Sandeces, no decís más que sandeces!¿Aquelarre? ¿Acaso nosotros actuamos como tal? Las cosas que hagamos en nuestra privacidad no representa nuestra posición aquí.
-¡Basta!-ordenó el maestro Monlee.- Creí que ya se había zanjado todos estos temas días atrás. Habéis tenido tiempo de decidir vuestro voto, así que adelante.-indicó el pandaren al resto de grupos.

-Yo, Garrett Wood, líder de los Caminantes, voto por que la orden del Santuario Oscuro se disuelva.-comenzó el caminante poniéndose en pie al decir sus palabras.
-Como representante eventual de la casa Doe, voto por disolver el grupo.-afirmó Katherina.
-Tanto yo, Brandon McAllan como el resto de mi grupo decidimos abstenernos a la hora de tomar una decisión.
-Por último, el voto del Guardián de la Orden decidirá si contamos con un empate o no.-indicó el pandaren.
-Como guardián de la Orden.-dijo Zephiel mirando al brujo intentando buscar como justificar su respuesta.-Decido que... estoy de acuerdo con que el grupo se disuelva.
-¡Hijo de perra!-gritó Giordano lanzado un vaso de agua al guerrero.-¡De ellos me lo esperaba, pero de ti... maldita sabandija!
-¡Cuida tus palabras o te las verás conmigo estúpido insolente!-amenazó Zephiel poniéndose en pie de forma intimidante.
-¡Silencio!-gritó el pandaren.
El bullicio aumentó no solo entre los líderes sino también entre los grupos que descansaban en el palco. El cruzado Strang dio un fuerte silbido para llamar la atención de los presentes.
-¡Se os ha mandado a guardar silencio!-gritó.
-Tras la decisión tomada, se declara al grupo Santuario Oscuro, compuesto por Lady Chantalle Leproux, Lord Tickel Fuegovolcan, Raymond Bennet, y liderados por Lord Giordano Levi, que desde hoy queda totalmente desvinculado de cualquier actividad relacionada con cualquiera de los grupos aquí presentes o que sean fundados con el paso del tiempo.


El humano hundió la espada lentamente en el pecho de Giordano, aquel que había sido el líder del Santuario Oscuro años atrás, observando como su compungido rostros sufría al verse desangrado hasta morir.

-Lo siento viejo amigo, pero no luchaste lo suficiente por tu grupo...