La habitación de Brandon McAllan era una de
las más grandes de todas las que se hallaban en aquella parte del
castillo donde solían alojarse tanto el servicio como los invitados.
En un principio la estancia estaba pensada para ser compartida entre
dos personas, ya que contaba con ese mismo número de camas y
armarios, además de ser de las pocas habitaciones que contaban con
una amplia mesa y algunas sillas alrededor. Aún así, Brandon había
ordenado a Cedric que compartiera estancia con Ricko y el nuevo
recluta, para tener así la libertad de dar rienda suelta a sus
escarceos amorosos con su amada. Tanto Alice y Brandon como Zephiel,
Lorraine y Kathaisa esperaban en aquel lugar a que el resto de
miembros llegara. Tras lo ocurrido el día anterior, la Orden debía
poner algunos asuntos sobre la mesa y hacer balance de las opciones
que podrían tener lugar.
Zephiel se sentó en la cama más
pequeña apartando las numerosas prendas de vestir que el mercenario
había dejado sobre la misma. Al poco tiempo Thomas entró por la
puerta, sentándose junto al guerrero. Zephiel no podía evitar
sentir predilección por aquel crío. Con tan solo doce años se
había convertido en el miembro más joven de la Orden, uniéndose
expresamente a petición de su madre, que años atrás había
aportado una gran ayuda a la organización en sí. Durante los
pocos años que Thomas había formado parte del grupo, Zephiel había
tenido que ejercer como padre del pequeño en numerosas ocasiones.
Si bien las primeras tareas a realizar de Thomas se basaban más en
ejercer como escriba que actuar como un miembro más, el joven había
visto en todo ese tiempo bastante cosas que habían podido causar
algún derrumbamiento emocional o simplemente llegar a verse afectado de alguna manera. Zephiel sabía cuan débil era, cosa que por otro
lado teniendo en cuenta su edad, era algo de lo más normal, pero
quizás por eso le sobreprotegía en demasía. Atrás había visto
caer compañeros suyos, gente que sabía luchar y defenderse,
personas que sabían a lo que se arriesgaban. Sin embargo con el
tiempo todo había cambiado, no solo en la Orden, sino también
dentro de sí mismo, llegando a dudar de si podría soportar alguna
pérdida más dentro de sus compañeros.
Cireni interrumpió los pensamientos
del guerrero cuando se adentró en la sala, completando a excepción
del nuevo recluta, el resto del grupo. Zephiel levantó la vista hacia la draenei percatándose de su presencia y acto seguido se vio
obligado a bajar la mirada evitando encontrarse de nuevo con ella. A
veces habían cosas peores que la muerte de un compañero. Las marcas
de quemadura de un tono azul oscuro que habían flagelado la piel de
parte del cuerpo de la chamán, lograba recordarle que todos los líderes habían
llegado a cometer grandes errores, y él no escapaba de aquel
castigo.
-Supongo que todos sabéis a estas
alturas lo que han propuesto.-dijo Alice a los reunidos refiriéndose
al asunto de la disolución del grupo.- Aunque Cireni y Lorraine no
estuvieron hasta el final de la reunión, tengo entendido que ya se
os comentó lo ocurrido.
Ambas asintieron en forma de respuesta.
-Pero... ¿Es eso posible? ¿Pueden
hacer eso?-preguntó Thomas inocentemente.
-Si que pueden.-respondió el
guerrero.-De hecho ya ocurrió en una ocasión anterior.
-¿Y qué pasará si lo logran?
-Pues que o bien nos veremos obligados
a elegir entre otro de los grupos, o dejaremos de pertenecer a la
gran Orden.-respondió Alice al joven
-He hablado con Alice de todo
esto.-dijo Brandon.- Sabéis que podéis contar con mi voto, pero aún
así, no deja de ser tan solo uno de tres.
-Yo he logrado hablar con el
caminante.-insinuó Kathaisa atrayendo las miradas del grupo.- Sus
razones son férreas, y aunque intenté sembrar la duda dentro de si
mismo, no sé si bastará como para que cambie de parecer. También
descubrí que la mayoría de su grupo no comparten su misma opinión,
pero no creo que sea suficiente como para detenerle.
-Siendo él quien ha propuesto el
castigo, dudo que se eche atrás.-respondió Alice.
-Todo dependerá de los Doe
entonces.-añadió Brandon.- Su voto será el decisivo.
-Nunca hemos tenido enemistad con los
Doe.-dijo la draenei.- Quizás la benevolencia se adueñe de sus
actos.
-No os creéis falsas expectativas.-dijo
Zephiel.-Actualmente la Orden, nuestro grupo, no produce beneficios.
Desde hace muchos años es mantenida a partes iguales por la casa Doe
y la casa Leproux. Lo que quiere decir, que les ocasionamos gastos
que intentarán... solventar de cualquier forma.
-Si a eso añadimos que es posible que
conozcan lo sucedido con Lord Levi... puede que supongan que si
la casa Leproux cae, sean ellos los que tengan que mantener vuestros
gastos en su totalidad.-dijo Brandon.
-Pero... eso no tiene por qué ser
así.-respondió Lorraine.- Yo soy Leproux, yo puedo seguir
administrando los bienes de mi familia. La casa Leproux seguirá
aportándonos aquello que necesitemos.-dijo totalmente convencida de
sus palabras.
-Eso no es del todo cierto.-habló el
joven huargen atrayendo las miradas del grupo.-Vuestra madre se
halla desaparecida, lo que quiere decir que ella es dueña de sus
propiedades y riquezas todavía. A ti te pertenecerían en todo caso lo que
heredes de tu padre, Lord Levi.
-Pero...
-El chico tiene razón Lorraine, y la
mayoría de aquí sabemos que esa fortuna no valdrá para cubrir
tanto como cabría esperar.-dijo el guerrero.
-¿Qué ocurriría si se realiza un
empate entre los tres grupos?-preguntó la ilusionista a lo que
rápidamente respondió Alice.
-Si Brandon y su compañía pide
nuestra absolución, el caminante exige la pena máxima, y los Doe se
decantaran por no inmiscuirse y optan por la pena mínima, entonces
sería el consejo quien tendría la última palabra.
-¿Eso es bueno no?-preguntó
Lorraine.- Tanto el cruzado, la anacoreta Iridi como el sabio maestro
Nieblaoscura formaron parte de la Orden en el pasado. Deberían por tanto entender
nuestra situación.
-Perro ahorra ellos son neutrales.
Actuarran más por el bien común que por lo que deseen. Además hay que tenerr en cuenta que el cruzado sufrió mucho al perderr a su esposa, y eso sucedió mientras ella estaba en la Orrden
-Cireni tiene razón...
-Entonces no sabremos nada hasta el
mismo momento, por mucho que debatamos.
-No solo os he llamado para
eso.-respondió Alice al comentario de la joven Leproux.-En el caso de
que disuelvan la Orden, quiero que toméis partido por algunos de los
grupos que queden disponibles.
-¿Pero cómo vamos a hacer algo
así?-preguntó la joven
-Muchos aún sois jóvenes, tenéis
mucho tiempo por delante como para aprender a adaptaros a alguno de
los bandos.
-¡Me niego!-exclamó Thomas-¡¿Cómo
voy a confiar en gente que ha decidido separarnos?!
-No os queda más opción, no habrá más
oportunidades. Es eso o intentar hacer una vida normal.-respondió la
guardiana.
-¿No podemos fugarnos? Desaparecer de
todo...
-No es tan fácil Lorraine.-respondió
Zephiel.-Tarde o temprano nos encontrarían, y más sabiendo que
tendríamos los talismanes.
-¿Insinuáis que deberíamos darnos por
vencido?
-Insinuamos que deberíais hacer lo
mejor para vosotros, nada más.-respondió la bruja a la joven.
-Pero no es justo...
-La vida no es justa joven, aprederrás
con el tiempo que el mejor camino es el que menos dolorr y
sufrimiento pueda causarrrte a ti y a los tuyos.
-Si Caleb estuviera aquí nos diría que
tendríamos que luchar por lo que...
-¡Basta Lorraine!-gritó
Zephiel.-¡Caleb era un estúpido, o es que acaso no te has dado
cuenta por qué ahora estamos en esta situación! ¡Si hubiera
mantenido el pico cerrado ahora mismo no estaríamos teniendo esta
conversación, es más, incluso él estaría aquí!
El grupo se vio envuelto en un silencio fulminante que
fue rápidamente interrumpido por la joven.
-¡¿Si tan estúpido era por qué lo
elegisteis como guardián?!
-Mira Lorraine.-dijo el guerrero
poniéndose en pie.- ¡Si os hemos elegido a Lionell, a Caleb o a ti
como guardianes es únicamente porque el resto tenemos prohibido
serlo. Cuando tu ni siquiera habías nacido algunos ya eramos parte
de la Orden, no creas que vas a venir a enseñarme nada a estas
alturas!
Lorraine se levantó rápidamente y
abandonó la habitación no sin antes golpear con el hombro al
guerrero que se interponía en su camino. Zephiel miró al joven
Thomas y le hizo un gesto para que fuera tras ella, a lo cual el
huargen reaccionó rápidamente obedeciendo las indicaciones de éste.
-¿No has sido un poco duro con ella?-preguntó
Kathaisa preocupada por la reacción que había sufrido la joven.
-Tenía que hacerlo.-respondió
Zephiel.-Si me odia, le será más fácil elegir otro bando tras la
reunión de mañana.
-Sabéis que podéis contar con mi barco
para salir de aquí si fuera necesario ¿Verdad?-dijo el mercenario.
-Lo sé Brandon.-respondió Alice.- La
Orden no se acabará por mucho que mañana se decida que así
sea.-confesó.-Los talismanes nos pertenecen y no dejaré que caigan
en sus manos, ni que sean destruidos. Pero a partir de entonces las
cosas se pondrán muy feas, y ellos-refiriéndose a Thomas y Lorraine.- no deberían tener nada que ver
con las decisiones que nosotros tomemos.
Alice miró tanto a Cireni, Kathaisa,
Zephiel como Brandon mientras elegía las palabras adecuadas.
-No dejaremos que se salgan con la
suya, y si hay que luchar así se hará.
Zephiel recorrió la sala central de
aquel ala del castillo, donde el primer día había tenido lugar el
encuentro entre los distintos grupos. Abrió cuidadosamente la puerta
de cristal que desembocaba en un gran balcón que dejaba ver a esas
horas de la noche la sombría zona exterior del caserón. Sintió como
la brisa del mar acariciaba su rostro haciendo ondear su larga
cabellera mientras apoyaba los codos en la barrera de piedra de aquel
lugar. Observó las pequeñas luces a lo lejos que pertenecían al gran barco de los mercenarios, y pronto se percató de como alguien se acercaba, pero ni siquiera se giró
para distinguir de quien se trataba. El sonido de los tacones ya la
había delatado desde que había decidido aproximarse. Ivy se acercó
hasta el guerrero, y en un ágil y rápido movimiento se sentó en la
tapia dando la espalda a los jardines.
-¿Qué hace alguien como tu rondando
por el castillo a estas horas de la madrugada?-preguntó la asesina.
-No podía dormir.-respondió tras un
largo y audible suspiro sin apartar la vista del horizonte.
-Ya somos dos.
Ivy analizó el rostro del guerrero,
recorriendo con su mirada las marcadas líneas que definían las
facciones de éste. La asesina no podía negar que Zephiel había cambiado
mucho desde que se habían conocido, y aunque los años no habían
pasado en balde, seguía sin poder evitar sentirse en parte atraída
por el robusto guerrero que ahora se encontraba a su lado.
-¿Sigues enfadado?.-preguntó
esperando alguna reacción en su rostro.
-Supongo que ya no hay razones para
estarlo, ¿No crees?
Ivy sonrió ante la respuesta del
guerrero.
-Estoy de acuerdo contigo.-respondió
la asesina.-Ha pasado demasiado tiempo, pero aún así todavía recuerdo
la de noches que pasamos bebiendo y... bueno, lo que no es bebiendo,
hasta ver amanecer.
-De eso hace ya mucho.
-Y tanto, solo hay que verte.
Cualquiera diría que te has acomodado.-rió Ivy mientras sacaba una
petaca con ron.- ¿Quieres un trago? Por los viejos tiempos...
-Te conozco lo suficiente como para no
beber nada de algo que me ofrezcas.-dijo el guerrero girando su
rostro hacia la asesina sin poder dejar escapar un intento de
carcajada.
-Así que no solo te has vuelto más
fuerte y tienes el pelo blanco, sino que también más aburrido.-dijo bebiendo un trago.
-¿Has hablado ya con
Brandon?-preguntó Zephiel cambiando de tema.
-No me ha preguntado nada aún, así
que no seré yo quien abra el pico.
-Haces bien.
-Espero que tu también mantengas el
tuyo callado. ¿Se lo has contado a la bruja,... o a tu querida?
-No se lo he contado a
nadie.-susurró.-Si el caminante o alguno de los suyos se entera,
estaríamos condenados.
-Zephiel,... nunca entendí una cosa.
Si querías ayudar a Lionell... ¿Por qué permitiste que le
obligaran a dejar de ser guardián de la Orden?
-No quería ayudarlo.-confesó.- Quería
que se largase de aquí.
-¿Por qué?
-Porque estaba lo suficientemente loco
como para hacer daño a alguno de los míos. Pensé que con un poco de
suerte el caminante lo descubriría y lo juzgaría, o sino que
alguien de aquella línea terminaría matándolo.
-Al final resulta que tu plan no
terminó como esperabas.
-No fue mi plan, fue de Nizdorni.
-¿Cómo que..., de ella? Pero si
vosotros la matasteis...
-Pensé que estaba cuerda cuando me
confesó que Lionell acabaría con todos nosotros, que la única
forma de librarnos de él sería esa. Yo la creí, y al final resultó
que caí en su trampa.
-Pero aún así lograste lo que
pretendías, salvar a los tuyos
-Tras lo que ocurrió ayer, ¿Crees que
realmente estamos salvados? Los he condenado...
-Al menos estáis vivos.-respondió
contundentemente la asesina.
-Supongo que en eso tienes razón.
-Zephiel, ¿Sabías que Lionell no era
un mago verdad?
-Sí, lo sabía desde hacía tiempo.
-¿Por qué confiaste en mi para que lo
escoltara? Podía haberlo matado en aquel desierto, hubiese sido todo
mucho más fácil.
-Nos hubiesen culpado, nosotros
decidimos que dejara de ser guardián...
-Entiendo, aunque no has respondido del
todo a mi pregunta.
-Confié en ti porque sabía que lo
harías.
-¿Cómo podías estar tan seguro de
eso?- preguntó Ivy riendo.
-Porque tu nunca me fallarías
¿Verdad?-insinuó Zephiel sonriendo a la asesina mientras se
incorporaba apoyándose en un brazo.
-No estés tan seguro guapito...
Zephiel soltó una carcajada ante el
comentario de la humana.
-¿Qué tal con... ella?.-preguntó Ivy refiriéndose a Kathaisa.
-No me quejo.
-Siempre te has sentido responsable de
aquellos que son vulnerables...
-Quizás por eso lo nuestro no
funcionó, tu siempre has sabido cuidarte sola. Te gustaba demostrar que no necesitabas ayuda de nadie.
-Cargar con la gente solo te hace más
débil...más endeble.
-¿Realmente crees que soy
blando?.-preguntó el guerrero seriamente.
-Creo que tu interior difiere bastante
de lo que se ve a simple vista.
-No todos somos asesinos Ivy, algunos
tenemos sentimientos. Tu me enseñaste a luchar, pero eso no quiere
decir que sea como tú.
-Puede que no asesines a nadie con un
cuchillo Zephiel.-dijo mientras bajaba de la tapia y se dirigía
hacia la puerta.-Pero las decisiones también matan, no lo olvides.
<<Flashback>>
El gentío parecía expectante, la
primera reunión había resultado apoteósica, pero tras los varios
días que se habían ofrecido como descanso, la segunda parte estaba
pareciendo aún más frenética que su antecesora. El grupo de los
Caminantes del tiempo permanecía atentos a cada una de las palabras
que estaban teniendo lugar entre la larga disputa que había
terminado por culminar entre los grupos. La joven Ireli, que
descansaba en una de las butacas de la sala situada entre Azurin y
Khaden, temía por la seguridad de su maestro y líder Garrett, que
discutía a voz alzada con otro de los líderes. Los Doe no parecían
muy distintos, tanto Nathan como Julius y las hermanas Higurashi
rezaban porque la reunión no terminara siendo una catástrofe. El
grupo animaba a Katherina, que tras la caída del líder de la casa
Prim Doe, había tomado las riendas del liderazgo hasta encontrar a
alguien que pudiera encargarse de continuar con ese vasto linaje. Isnalar
se incorporó en su asiento hastiada de la situación que estaba
teniendo lugar mientras sonreía a su madre desde lejos. Cada vez que podía se fijaba tanto en los rostros de
sus compañeros, aquellos a los que conocía desde hacía años, como
en el del guardián de la Orden Zephiel, que se hallaba junto al
resto de líderes en la mesa central. Observó como James y Alice
entrelazaban sus manos en el reposabrazos entre ambas butacas,
mientras que a su otro lado se encontraban Cireni, Kathaisa y el
joven Lionell, que acababa de unirse al grupo el día anterior. En el
bando de los mercenarios, Cedric, Ivy y la líder de los corsarios
Catherina, permanecían en silencio sin entender en gran parte la
mayoría de los hechos de los que estaban debatiendo. Por último, en
la parte central del semicírculo que conformaba el palco, se
encontraba Chantalle Leproux que se abanicaba acaloradamente con su
abanico mientras se indignaba y desprendía comentarios burlescos sobre el resto a los componentes de su grupo formado por el gnomo Tickel Fuegovolcan, y un
humano brujo llamado Raymond Bennet.
-¡Espero que todo esto sea una broma
de mal gusto!-gritó encolerizado Giordano Levi, el que era líder
del quinto grupo, el Santuario Oscuro.
-Hemos sido bastante claros
Giordano...-declaró Garrett
-¡Lord Levi para vos!-interrumpió el
brujo.
-Lo que Garrett quiere decir.-continuó
serenamente el maestro Monlee, representante del consejo en aquella
reunión.- Es que vuestros actos han terminado pasándoos factura, tal
y como os avisamos tiempo atrás.
-¡Me importa un rábano lo que vosotros
penséis! ¡Estáis hablando de disolver mi grupo!
-Sabias a lo que te atenías, Levi... y
decidiste no hacer caso.-añadió el caminante.
-No podéis culparnos por nada de lo que
ha tenido lugar, los accidentes ocurren.-espetó Giordano.- Aquellos
que deciden unirse al Santuario, saben cuales son los riesgos...
-Aún así.-interrumpió Garrett.- No
estamos hablado de que hayáis perdido a alguien del grupo, hablamos
de asuntos mayores, gracias a vosotros Thilane ha terminado por
corromperse, y amenaza con destruirnos a todos. Por si fuera poco, cada día que pasa cuenta con más aliados. Es un riesgo que no
estamos dispuestos a asumir.
Lionell se estremeció en su asiento
ante las palabras del caminante, sin embargo sintió como de repente Kathaisa que estaba a su lado le entregaba su mano intentando
tranquilizarlo.
-¿Y cuántas cosas hemos hecho nosotros
por el resto? ¿Cuánto hemos logrado aportar en todos estos
años?-dijo el brujo.-¡Nos habéis utilizado para vuestro propio
beneficio!¡Nosotros pudimos haber aniquilado a la Orden cuando
tuvimos oportunidad años atrás, y mostramos clemencia!...
-¡Mientes!- gritó Marther
levantándose de su asiento situado junto al resto de miembros del consejo.-
Disculpad la interrupción Maestro Nieblaoscura, pero las palabras de
Lord Levi son faltas.
-¡¿Cómo te atreves a llamarme
mentiroso?!...
-¡Tanto tú como los tuyos teníais la
intención de destruirnos, y lo hubieseis hecho de no ser porque el
talismán se destruyó!
-¿Qué demonios tiene que ver
eso?-preguntó Lord Levi.
-No nos tomes por idiota Giordano, ¿De
qué iba a servirte una Orden sin talismán?
-La Orden tiene un talismán Strang, de
haber querido...
-Un talismán que muestra el pasado no
es igual de poderoso que uno que muestra el futuro Giordano.
-¡Aun así hemos seguido aportando
beneficios al resto de grupos, eso no podéis negarlo!
-Cruzado, tomad asiento.-indicó el
pandaren.-Lord Levi, vuestra ayuda ha sido importante en el pasado,
pero realmente parece que por el simple hecho de que vuestro grupo
esté compuesto en su mayoría por nobles con... ''contactos'', os de el derecho a
usar vuestras artes oscuras en segundo plano. En la unión de las
Órdenes no contaremos con un aquelarre, ya estabais al tanto de ese
hecho...
-¡Sandeces, no decís más que
sandeces!¿Aquelarre? ¿Acaso nosotros actuamos como tal? Las cosas
que hagamos en nuestra privacidad no representa nuestra posición
aquí.
-¡Basta!-ordenó el maestro Monlee.-
Creí que ya se había zanjado todos estos temas días atrás. Habéis
tenido tiempo de decidir vuestro voto, así que adelante.-indicó el pandaren al resto de grupos.
-Yo, Garrett Wood, líder de los
Caminantes, voto por que la orden del Santuario Oscuro se
disuelva.-comenzó el caminante poniéndose en pie al decir sus
palabras.
-Como representante eventual de la casa
Doe, voto por disolver el grupo.-afirmó Katherina.
-Tanto yo, Brandon McAllan como el
resto de mi grupo decidimos abstenernos a la hora de tomar una
decisión.
-Por último, el voto del Guardián de
la Orden decidirá si contamos con un empate o no.-indicó el
pandaren.
-Como guardián de la Orden.-dijo
Zephiel mirando al brujo intentando buscar como justificar su
respuesta.-Decido que... estoy de acuerdo con que el grupo se
disuelva.
-¡Hijo de perra!-gritó Giordano
lanzado un vaso de agua al guerrero.-¡De ellos me lo esperaba, pero
de ti... maldita sabandija!
-¡Cuida tus palabras o te las verás
conmigo estúpido insolente!-amenazó Zephiel poniéndose en pie de
forma intimidante.
-¡Silencio!-gritó el pandaren.
El bullicio aumentó no solo entre los
líderes sino también entre los grupos que descansaban en el palco.
El cruzado Strang dio un fuerte silbido para llamar la atención de
los presentes.
-¡Se os ha mandado a guardar
silencio!-gritó.
-Tras la decisión tomada, se declara
al grupo Santuario Oscuro, compuesto por Lady Chantalle Leproux, Lord
Tickel Fuegovolcan, Raymond Bennet, y liderados por Lord Giordano
Levi, que desde hoy queda totalmente desvinculado de cualquier
actividad relacionada con cualquiera de los grupos aquí presentes o
que sean fundados con el paso del tiempo.
El humano hundió la espada lentamente
en el pecho de Giordano, aquel que había sido el líder del Santuario
Oscuro años atrás, observando como su compungido rostros sufría al
verse desangrado hasta morir.
-Lo siento viejo amigo, pero no
luchaste lo suficiente por tu grupo...