viernes, 20 de febrero de 2015

Alice Kyteler - Pequeñas pinceladas


Ya casi se encontraba en el lugar que estaba buscando, por el norte de Tirisfal. Desde aquel punto se podía divisar un tiempo atrás la torre de aquel Castillo que surgía por detrás de la frondosa arboleda.
Ahora si alzaba la vista lo único que lograba ver eran esas oscuras nubes que se amontonaban unas sobre otras, dejando apenas pequeños huecos por los que intentaba asomar el sol, casi sin éxito, algunos de sus débiles rayos.
Continuaba su camino con la mirada al frente pero con la mente alejada pensando en como pudo haber sido esa batalla de la que había oído hablar.


Se acercaba lentamente hacia esas ruinas, sus pasos eran lentos pero pisaba con seguridad y firmeza.
Finalmente llegó a encontrarse en lo que parecía el centro de aquel paraje que buscaba, hoy ya abandonado. Una suave brizna de aire levantaba una tenue capa de polvo y arena que a su paso dejaba a la vista restos de lo que pudo ser una cruenta batalla al descubierto.
Su vista no alcanzaba a ver toda la desolación de aquel paisaje. Continuó paseando e inspeccionando todo lo que hallaba a su paso.
De repente sus ojos se posaron sobre algo que parecía ser un cuaderno, estaba bastante deteriorado y las pequeñas ráfagas de viento intentaban levantar unas de sus hojas quemadas. Eso fue lo que llamó su atención.
Se agachó para cogerlo, se quito uno de sus guantes y lo sacudió con tanto mimo.., como si se tratase de la última flor con pétalos de un valle desolado, para quitarle restos de polvo y tierra, aunque no pudo evitar que partes de algunas de sus hojas quemadas se desprendieran del mismo.
Comenzó a pasar esas páginas una a una con el mismo cuidado, comprobando con pesar que muy poco de ese cuaderno podía ser legible, solo en algunas hojas se habían podido salvar apenas unas lineas.
Se detuvo en una de las primeras comenzando a leer..


“Pude ver sus caras y juré que acabaría con ellos, corrí hacia la cabaña de Cristinne al sentirme descubierta, vi como algunos resplandores iluminaban el cielo en la dirección en que corría para verla a ella lanzando fuego con sus manos, hacia un grupo de hombres que la acorralaban y del que intentaba defenderse, se detuvo por un instante al verme cerca y me gritó.. !Corre Alice, corre como el viento, no te detengas y no mires atrás!
Corrí.. corrí todo cuanto pude y sin saber en que dirección, sentía como ramas me rasgaban la piel pero no podía verlas ya que mis ojos estaban inundados de lágrimas, aun así seguía corriendo corrí durante horas hasta que todo se volvió oscuro.. Desperté junto a una chimenea con el sonido del crepitar de troncos quemándose. - ¿Tienes hambre niña?. Giré la cabeza hacia el sonido de la voz y..”


El resto de esa hoja estaba quemada, levantó un momento la vista para posarla nuevamente en el diario pasando algunas paginas mas, se detuvo en otra de ellas comenzando a leer.


“Sentí que había llegado el momento de separarnos, él ya poco mas podía enseñarme, me quedé mirando como se alejaba y no sentí nada, ni tristeza ni alegría.. nada.. Había llegado la hora de tomar mis propias decisiones, me voy a quedar con esta gente, saben lo que soy, lo aceptan, me uniré a su causa e intentaré ser útil en todo lo que pueda, a partir de ahora pertenezco a la Orden”


El hombre que sostenía aquel diario entra sus manos suspiró se acercó a lo que podría ser los restos de una columna y se sentó sobre ella para seguir pasando páginas y encontrar algunas en las que se pudiera leer algo mas.


“Una sensación de odio y poder me invadía, quería acabar con ella. Esta vez nada ni nadie me iba a detener ni siquiera ella.. Chantalle, ese era mi pensamiento mientras luchábamos la una contra la otra incansablemente, ya la tenia en mi poder, ya era casi mía cuando ese mago loco me intentó detener, _No podrás conmigo! Nadie podrá conmigo.- le grité a la vez que le lanzaba una potente e imparable bola de fuego impactando contra su pecho, Frederic cayó fulminado y en ese momento, un fuerte grito ahogado, mi propio grito hizo que me despertara, miré a mi alrededor con la respiración aun agitada por la pesadilla y empapada de sudor cuando escuche que alguien golpeaba la puerta de la habitación que ocupaba en el Monasterio.- Alice.. date prisa, han encontrado el cuerpo de Frederic sin vida.. “


Seguía pasando paginas con cuidado, de atrás hacia delante y al revés, pero solo algunas lineas sueltas mas se habían salvado de las llamas, aun así las leía intentando entrelazarlas o buscarles algún sentido.


“ La idea de ir a Roca negra no me atraía demasiado, todo sea por Zephiel.. ¿Quien demonios le habrá mandado meterse allí solo”


“ No se que tipo de poder tiene esta montaña, pero siento como si algo se fuera apoderando poco a poco de la voluntad de cada uno de nosotros.. menos mal que por el momento ni a Chantalle ni a mi parece que no afecta este tipo de poder, espero que eso no cambie.. “


Algo mas podía leerse en unas de las últimas paginas escritas


“ Se lo he prometido a Chantalle, no me importa quedar como una traidora ante el resto de la Orden, pero tengo que averiguar si son ciertas sus sospechas porque de ser así, eso nos va a poner en peligros a todos.. “


Tras algunos renglones algo borrosos puede volverse a leer algo


“Después de algunos contratiempos he logrado salir de allí y he conseguido poner a Zephiel a salvo, una vez mas, y a Lionell.. ahora solo queda prepararnos y esperar el momento en que vayamos a hacerle frente, a Vicent.. y va a ser muy pronto, algo me dice que esto será lo ultimo que escriba en este diario..”


Efectivamente eras las últimas palabras que había escritas en ese diario, aquel hombre lo cerró con cuidado y lo guardo bajo su camisa suspirando.


-¿Donde estas ahora Alice?




Escrito por Nezhae