Molino ámbar agonizaba. No ahora, no
tras el incendio que había tenido lugar meses atrás, ni tampoco
cuando sus anteriores inquilinos decidieron dejar atrás aquel
sombrío lugar, agonizaba desde mucho antes. Nada ni nadie tenía
poder suficiente como para sanar aquel enfermo lugar. El silencio
sepulcral reinaba en todo aquello que abarcaba la vista, la oscuridad
custodiaba sin descanso y el profundo hedor a muerte y descomposición
lograba nublar la sensatez de cualquier ser vivo que tuviera el
suficiente valor como para adentrarse en aquellas tierras malditas.
Beatrice no parecía estar preocupada
por nada de aquello, sabía que su estancia allí sería breve. Había
llegado junto con un pequeño grupo hacía tan solo un día, su labor
era tan simple como encontrar el rastro de un archimago que custodió
esa base durante años. Si bien no habían logrado obtener pista
alguna del susodicho, lo que habían hallado era más de lo que
pretendían encontrar.
La bruja abandonó la estancia donde
tanto ella como sus compañeros descansaban. Se aseguró de que nadie
la hubiese oído salir, lo que menos necesitaba ahora era preguntas
molestas acerca de sus actos. Ella sabía lo que hacía, y no le
importaba si el resto de magos no aceptaba sus estudios, el
conocimiento no puede ser malo, pensó, son las personas las que
hacen los malos actos. Pero aún así sabía cuan estrictos y
conservadores podían llegar a ser los miembros del Kirin Tor, así
que la mejor opción era evitar los problemas, al menos por ahora.
Beatrice avanzó hasta el lugar y
comenzó a cavar. Estaba allí, nadie la había movido ni un solo
milímetro, claro que, en aquel lugar... ¿Quien iba a hacer cosa
semejante? Según habían averiguado horas antes, el cadáver se
trataba de una joven humana, apuñalada en el abdomen posiblemente
meses atrás. La bruja no pensaba volver a Dalaran con las manos
vacías, no había hecho tal viaje en balde, nadie la había sacado de
su laboratorio e interrumpido sus estudios para no encontrar pista
alguna.
Sacó de su bolsa varios frascos, todos
de colores muy diversos, y comenzó a hacer sus experimentos. Era una
formula sencilla, sin complicaciones extremas, de hecho siempre le
resultó cómico que tal poder cobrara vida con ingredientes tan
sencillos y básicos, y lo que es mejor, que tan solo unos pocos lo
hayan descubierto.
-Pensé que necesitarías un sacrificio
o algo así.- interrumpió Khaden que se había aproximado
silenciosamente.
Beatrice se sobresaltó al oír la voz
del mago. Por suerte la bruja lo conocía bastante bien como para
saber dos cosas: una de ellas era que no la delataría, y la otra que
él odiaba más que ella el hecho de volver con las manos vacías.
-No vuelvas a hacer eso.-respondió
Beatrice mientras fulminaba al mago con la mirada.
-Sabía que tarde o temprano lo
intentarías.-dijo en voz baja mientras se acercaba a ella.-¿Crees
que con eso... bastará?-preguntó mientras observaba detenidamente
los distintos frascos que empleaba la bruja.
-Depende de para qué...
-¿Crees que no sé que intentas?...
tan solo me sorprende la metodología que empleas, pensé que
necesitarías rituales complejos, una gallina muerta... tu ya me
entiendes.-dijo Khaden en tono de burla.
-Vaya, me sorprendes, al final va a
resultar que sabéis mas de nigromancia que yo.
Beatrice continuo con su tarea unos
minutos más antes de continuar.
-Tienes parte de razón, es necesario
hacer un ritual para devolver la vida a un muerto, pero yo no quiero
revivirla, tan solo quiero hacerle... unas preguntas.
-Por un momento me habías preocupado.-dijo el mago irónicamente mientras enarcaba una ceja
-Además no podría realizar un ritual
de tal calibre aquí, no sé por qué pero creo que la cría me haría desperdiciar el tiempo.-dijo la bruja refiriéndose a Sharr, la joven
aprendiz del mago.
-¿A qué te refieres?
-¿No te has dado cuenta aún?, Esa
cría hace algo, no sé con total seguridad de qué se trata, pero
anula la magia o algo parecido. Estoy convencida de que el
encantamiento que rodeaba el libro que encontramos esta tarde, se
anuló cuando ella se acercó.
-¿De qué demonios hablas? Eso es
imposible, nunca he conocido casos así, creo que exageras.
-¿Y qué hay de los brujos que hacen
pactos con demonios?
-Un brujo es un brujo, estamos hablando
de una cria que nunca ha usado magia antes...
-Como querais entonces... yo tan solo
te lo estaba avisando...
Beatrice uso el cuentagotas para
extraer una pequeña cantidad del extraño líquido purpura que
contenía el recipiente cristalino donde había tenido lugar las
mezclas. La bruja le hizo un gesto a su compañero para que guardara
silencio, y a continuación derramó alrededor de cinco o seis gotas
en el rostro del cadáver.
-Tendremos tan solo unos pocos minutos,
os aconsejo de que no perdáis el tiempo con tonterías.
-De acuerdo.- respondió Khaden
observaba con detenimiento sin saber que iba a ocurrir a
continuación.
Bastaron tan solo tres minutos de reloj
para que el cadáver se despertara, la humana muerta pareció inhalar
aire con todas sus fuerzas, como si llevará meses aguantando la
respiración. El cadáver se agitaba, aunque no tenía fuerzas para
incorporarse, parecía querer escapar de aquel lugar, parecía saber
qué era lo que le había ocurrido.
-Espero que no dure mucho el shock, o
no tendremos tiempo para nada.-susurró Beatrice.
La joven pareció rendirse ante los
inútiles movimientos que no daban lugar a nada, no lograba ver nada a
su alrededor, ni tampoco oler, tan solo oía sus propios pensamientos
repetitivos, que posiblemente eran los últimos que habían pasado por
su mente en el momento de su fallecimiento.
Beatrice se acercó a la humana muerta
arrodillándose ante ella.
-¿Cómo te llamas?-preguntó desde una
distancia prudente.-Hemos venido a ayudarte, ¿Podrías decirnos
vuestro nombre?
La caja torácica y las cuerdas vocales
de la humana parecían haber perdido fuerza con el paso del tiempo,
su voz ahora no era más que un susurro, una especie de siseo
siniestro.
-Ivy... Ivy...-susurró
-¿Te llamas Ivy?- preguntó Beatrice
que miró a su compañero antes de volver a formular la siguiente
pregunta.- ¿Quien te hizo esto?¿Quien te...?- Beatrice decidió no
decir la palabra, bastante traumático debía de ser ya para el sujeto
como para recordarle que había muerto, de haberlo hecho posiblemente
habría arruinado el poco tiempo del que disponían.- ¿Quien pretendía
hacerte daño?
-Fue él... él me lo hizo... él me
traicionó...
-¿Qué hacias en un lugar como este,
eras maga?- preguntó Beatrice
-La orden...la orden... él... me
traicionó...
Khaden se hallaba perplejo, su rostro
había palidecido mientras unas tremendas nauseas recorrían su
cuerpo, no sabía como actuar, no sabía siquiera que pensar de todo
esto.
-Beatrice, termina con esto...por favor.
-Le falta poco, debemos averiguar algo
más.
Beatrice no tuvo tiempo siquiera a
reaccionar, el cadáver dejó de agitarse para volver al estado en que
se encontraba minutos antes. La bruja se puso en pie sacudiendo la
tierra que había ensuciado sus pantalones.
-¿Estás bien?-preguntó la bruja
mientras se acercaba hasta el mago
-Sí, es solo que... nunca había visto
algo parecido, tan solo me ha sorprendido.
-Siento que hayas tenido que
presenciarlo Khaden, prefería haberlo hecho sola.
-No importa, estoy bien.-dijo el mago
que se alejó rápidamente unos metros intentando aguantar el vomito
sin éxito alguno.
Beatrice no le culpó por ello, la
escena había sido bastante grotesca, a ella misma le llevó bastante
tiempo hasta llegar a acostumbrarse a situaciones como la que acababa
de suceder. Se acercó lentamente al humano para darle un par de
palmaditas en el hombro.
-Al menos ahora ya sabemos algo, parece
ser que esa orden traicionó a esa pobre chica y la mataron.
-¿Crees que... le hicieron lo mismo al
archimago?-preguntó Khaden mientras se limpiaba con un pañuelo.
-Tarde o temprano lo sabremos...