La
estancia estaba casi en penumbras, solo la tenue luz de una lámpara
sobre la mesa repleta de papeles la iluminaba.
Lord
Cross Nesai Doe se hallaba allí sentado intentando poner orden sobre
esos papeles e intentando hacer cábalas y cuentas con el fin de
encontrar alguna pequeña luz sobre ellos, pues sabía que su futuro
y el de su causa dependía de eso.
Su
aspecto era algo demacrado, Con barba de varios días y con los ojos
rojizos por el cansancio y la falta de sueño, se negaba a apartar la
vista sobre esos papeles convencido de que sobre alguno de ellos
encontraría algo en lo que poder agarrarse y un atisbo de esperanza
para poder salvar a la Casa Doe.
Empezaba
a sentir cansancio, las sienes le ardían, se levantó para ponerse
un poco de agua sobre su nuca y fue en ese momento cuando le pareció
que llamaban a la puerta. ¿Quien podrá ser a ahora ? Pensó, no
esperaba visita, no sabía ni que hora podría ser. Echó un rápido
vistazo a la desordenada habitación y volvió a oír de nuevo
varios golpes sobre la puerta, se abotonó un poco la camisa y subió
las escaleras con paso firme para abrir.
Lord
Cross Nesai se quedo parado delante , sus ojos de repente cambiaron
de expresión denotando felicidad y una sonrisa se dibujó sobre sus
labios, unos labios que hacía ya varios meses que no sonreían o al
menos no de esa manera.
Ella
era la última persona que esperaba encontrar tras la puerta en ese
momento.
-
Tú.. Pero.. ¿Porque no has avisado que vendrías? Te habría ido a
recibir habría preparado..
-
¿Tengo que avisar para venir a mi casa padre?
Tras
esas breves frases Lady Ishttar Remol Doe cruzó el umbral y ambos se
fundieron en un caluroso y tierno abrazo.
Se
encontraban ya sentados dentro de la estancia, Lord Cross Nesai había
apartado con el brazo los papeles que había sobre la mesa y sujetaba
las manos de su hija.
-
Cuéntame querida, ¿Cual es el motivo de tan agradable visita? ¿Va
todo bien? ¿Que tal tu espeso y los niños?
-
Va todo bien gracias a la Luz. El motivo de mi visita no es por
nosotros,
es
por ti. He recibido noticias de que no te va todo lo bien que
desearías.
Ishttar
mira los papeles y continua hablando.
-
Me duele que no hayas acudido a mi para pedir ayuda, aunque no me
sorprende, de sobra conozco tu testarudez.
-
Oh, no es tan alarmante como parece, saldré de esta, como siempre,
no hay que preocuparse y no puedo aceptar tu ayuda.
-
No he venido a preguntártelo padre, y menos acepto un No por
respuesta, de ti heredé mi testarudez, soy tu hija, una Doe . Sabes
que a mi esposo y a mi nos ha ido bien en los negocios y he venido
para que te pongas a iniciar tu sueño, nuestro sueño, he traído
conmigo lo suficiente para empezar con esa labor y de camino vienen
mas recursos. Ya va siendo hora de que inicies la reconstrucción
del condado de Barok. Prepárate padre, porque tienes trabajo que
hacer.
Los
ojos de Lord Cross Nesai se iluminan e Ishttar aprieta fuertemente
las manos de su padre.
Escrito por Beatrice Strang